La cámara es el punto clave de estos dos teléfonos y, principalmente, del modelo Pro. El conjunto está compuesto por tres sensores: principal de 48 megapíxeles, con apertura variable entre f/1.4 y f4.0. Viene acompañado de estabilizador óptico y es de tipo RYYB (en lugar de RGB). El segundo sensor es un ultra gran angular de 13 megapíxeles, también de tipo RYYB. Por último, cuenta con un sensor periscópico de 48 megapíxeles RYYB que permite 3.5 aumentos ópticos y un zoom digital de hasta 200x, todo un récord hasta la fecha.
El Huawei P60 Pro cuenta con una pantalla de 6,67 pulgadas, AMOLED de tipo LTPO (1-120 Hz), con resolución 2700×1220 y curva. En el caso del P60, tenemos exactamente lo mismo. De hecho, son calcados en diseño, y la principal diferencia recae tanto en la cámara periscópica como en la velocidad de la carga rápida: 66W para el P60 y 88W para el P60 Pro. La carga inalámbrica es, en ambos casos, de 50W, así como la capacidad de la batería: 4.815mAh.
El procesador escogido para ambos modelos es el Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, sin posibilidad de conectarse a redes 5G. Tampoco cuenta con servicios de Google, ni en la versión china con HarmonyOS ni en la versión Europea que llegará presumiblemente bajo EMUI. No se desvela asimismo la versión de Android en la que se basa. Es algo que comprobaremos en su análisis en profundidad.